Camelot
2001
GBA
Bienvenidos al Reino de Camelot, una empresa que comenzó como subsidiaria de SEGA llamada Sonic! Software Planning enfocada en desarrollar algunos juegos por allá a comienzos de los ’90 y que luego de algunos altibajos con su empresa matriz, han seguido trabajando con constancia y desarrollado juegos medianamente exitosos (el que mas recuerdo es Hot shots golf para PSX) que les ayudó a entrar en el mundo Nintendo. Fué alli donde han logrado los mejores resultados y es por eso que en esta tarde de lluvia reseñamos esta primera parte de la saga.
Golden Sun no es el juego más original de todos. Sabemos muy bien que antes de que este juego fuera publicado, ya existían cientos de RPG de este tipo, sin embargo, sobresale sobre la gran mayoría de ellos por su calidad.
Hoy, después de haberlo jugado por segunda vez (apenas lo terminé hace unas pocas horas), noté una historia bastante predecible y a veces monótona y aburrida. Pero entonces, ¿por qué tanto éxito? ¿Por qué nos gusta tanto? Me aventuraría a decir que gran parte de su éxito se debe a su diseño, la innovación en la jugabilidad y ese sabor a Chrono trigger y FF IV (juegos que reseñaremos más adelante) por todas partes.
Igual, independientemente de la razón que me haya motivado a comenzarlo a jugar, no importa mucho, porque una vez empecé no pude parar. Aunque su historia carece completamente de displays, lo que hace que cada encuentro tenga unos diálogos interminables de hasta 10 minutos, el juego es tan bien hecho que esas cosas se ignoran. Sólo se espera que tanta “lora” termine pronto para seguir ganando experiencia, recogiendo Djinns y haciendo summons hasta quedar exhaustos. Así que si saben jugar y disfrutan de los JRPG’s y Action RPG’s pues disfrutarán el Golden Sun.
Isaac, el personaje silente, comienza su viaje junto a su amigo Garet, en una tierra llamada Weyard (para los que ya han jugado la segunda parte, se habrán percatado de que se trata de la Pangea o aquella tierra con los continentes aún unidos). Allí, junto a Ivan y Mia, personajes que se irán sumando a la aventura a medida que el juego avanza, resuelven puzzles y solucionan entuertos en las tierras que visitan en su largo viaje.
Pero, como les dije ya, no es en la historia donde Golden Sun es más fuerte, Su modo de batalla y apartado visual es donde realmente resalta sobre la mayoría del vasto catálogo de esta consola portatil de Nintendo. Una paleta de colores hermosa, un pixel art cuidadísimo y movimientos de camara que refrescan las batallas, muestran el cariño que Camelot puso en el desarrollo de este juego, lo que ha hecho que luego de dos décadas, sea considerado un clásico indiscutible.
En cuanto a jugabilidad, se trata del clásico juego por turnos RPG pero con ciertas características que lo diferencian. Las batallas en Golden Sun se basan en los 4 elementos naturales regidos por un planeta diferente y con 4 personajes que los representan. En este punto entran los Djinns en juego, pequeñas criaturas pertenecientes a alguno de los elementos (agua, tierra, fuego o viento) que se añaden a cualquiera de los personajes, y que les da poderes únicos y valiosos en la lucha contra el poderoso Saturos.
Los Djinns pueden asignarse a cada uno de los personajes (sin importar si pertenecen a su elemento fuerte o no) para ejercer influencia de formas especiales en éstos, crear combinaciones de poderes o realizar alguno de los 16 summons posibles, lo que genera un vasto número de combinaciones posibles para enfrentar cada tipo de batalla.
Golden Sun es un juego de los que ya difícilmente se hacen, cuidado al detalle con un pixel art envidiable y con un nivel de diversión único. Personajes entrañables que protagonizan una historia intricada y muy bien narrada. Por eso es que no entendemos este hiato tan extenso para ver un nuevo volumen para la saga, porque es una franquicia que se ha hecho querer y que ya echamos en falta.
Golden Sun es un virus empaquetado en el más clásico JRPG, que te consume y no te suelta. Es un bazuco con un modo de juego tan extremadamente entretenido que dudo que puedas dormir una vez lo comienzas (bueno, eso si ignoras aquellas interminables escenas de diálogo ya antes mencionadas).