Los frailejones de los páramos de Colombia viven entre la niebla y la soledad, todo el tiempo están ahí parados, mirando cómo todo pasa, cómo cada vez tienen menos lugar para vivir y cómo los deforestan, los incineran y, a las malas, los van extinguiendo. Eso mismo es lo que vive F durante “Entre la niebla”, una película de Augusto Sandino llena de surrealismo y realidad.
Y sí, aunque hablar de surrealismo y realidad puede ser una contradicción, es lo que se ve en cada escena. Así como el páramo, “Entre la niebla” es silenciosa y deja que las imágenes hablen por sus personajes, llena de diálogos en una jerigonza que viene traducida por subtítulos que anuncian un futuro trágico inminente, una destrucción próxima.
F, el personaje principal de este onírico film, vive, siente y explora su soledad. Aunque no viva completamente solo, su padre lo acompaña. Pero en este caso su padre tiene una enfermedad que lo hace dependiente de su hijo, que lo alimenta, lo baña, lo viste e incluso, lo lleva a hacer sus necesidades fisiológicas.
Es en esa relación y en el agobio de la inminente destrucción de su hogar que F, quien es protector del páramo, empieza a saciar sus deseos y a hacer realidad todos sus miedos. En esa saciedad de deseos lo vemos encontrarse con la sexualidad, venerarla, sentirla, encontrándola en la imaginación, en la masturbación y en muchos lugares de ese páramo frío.
Explosiones, rumores y un carro con dos hombres misteriosos, que están cada vez más cerca de su casa, son los antagonistas de esta historia. Explosiones que hacen que la tierra se abra de par en par para darle espacio a la minería y ponerle fin a ese paraíso que puede ser el páramo. Rumores de violencia, de atentados y de la muerte, constantemente. Un carro que va recorriendo cada una de las fincas del páramo, comprando todo lo que se le atraviese para poder explotarlo.
El páramo se desangra, el páramo se va perdiendo, como la vida del padre de F que se sumerge en su enfermedad, como F, que cada vez busca la manera de hacer más apacibles sus días. Tan apacibles como un baile al ritmo de música imaginaria, tan apacibles como escapar en una nave espacial luego de perderlo todo.
“Entre la niebla” es el relato de nuestros páramos y su abandono, es su soledad representada en las personas que encuentran una razón para irse. Es un retrato de lo que significan los recursos naturales para muchos en Colombia, es el final de una vida, el inicio de otra. Es la ilusión y es el vivo reflejo de cómo todo se diluye entre el frío, la niebla y el olvido.